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Dónde se sitúa España en cuanto a consumismo de prostitución

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No cabe duda de que España es un país donde la prostitución está bastante normalizada. No es que haya más que en los demás, o que se haya liberalizado esta práctica, ya que sigue estando en un limbo bastante importante entre lo legal y lo ilegal. Sin embargo, no cuesta nada entender que, sobre todo entre los varones, la prostitución es una práctica normal que no ven con tan malos ojos, al menos como clientes potenciales. Esto significa que muchos hombres adultos han pagado al menos una vez en su vida por tener sexo con una prostituta, o se han planteado al menos hacerlo. Es un problema de educación, en su mayor parte, de presentar la prostitución como algo natural cuando en realidad, estás comprando el cuerpo de otra persona, o alquilándolo durante un rato.

Hay muchas teorías en torno a si la prostitución debería ilegalizarse o regularse para que las mujeres que quieran dedicarse a ello lo hagan con toda la seguridad y garantías, como cualquier otra trabajadora. Hay, de hecho, asociaciones en nuestro país que abogan por esta solución frente al verdadero problema de la prostitución: la trata de personas. Y es que, según datos recientes, hay medio millón de chicas explotadas sexualmente en territorio europeo. Mujeres que provienen habitualmente de África, Asia y Sudamérica, aunque también de países de Europa del Este, y que son esclavas sexuales a merced de sus proxenetas. En España, en 2019, se dieron 144 casos de trata de personas, de los cuales 121, la inmensa mayoría, tenían que ver con la explotación sexual. Frente a eso, también hay muchas chicas que, por necesidad o por simple vocación, quieren entrar en el negocio para ganar dinero, y hacerlo con garantías de no ser penalizadas por ello. Muchas llegan desde Sudamérica a España buscando una vida mejor y acaban en este negocio, ante la imposibilidad de encontrar mejores oportunidades. Pero, ¿hay tanta prostitución en España?

Uno de los cinco países que más consume

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Los datos que maneja la ONU, a través de varios estudios realizados en todo el mundo en torno a este tema, revelan que España es uno de los países donde más sexo de pago se consume en el mundo. De hecho, estamos a la cabeza de la Unión Europea en este tipo de servicios, y de una forma muy destacada. Según los últimos datos, un 39% de los hombres encuestados en una muestra variada y muy grande aseguraron que habían contratado los servicios de una prostituta al menos una vez en su vida. Supone más del doble que el del siguiente país en aparecer en las listas europeas, Suiza, que se queda en un 19%. ¿Son los hombres españoles más amantes de la prostitución que el resto de europeos?

Aquí se pueden dar varias causas. Por ejemplo, el hecho de que durante muchas décadas se viera natural ir a los burdeles y bares de alterne, a disfrutar de la compañía de estas profesionales. Incluso era casi una tradición perder la virginidad con ellas, en un m omento dado. Eso sigue calando en los varones españoles, tanto en los más maduros como también en los jóvenes. Los tiempos han cambiado y ahora los novatos en estos servicios no acuden a la calle, a las zonas más habituales de prostitución, sino que se citan con la chica directamente por Internet. El mercado de las plataformas web en nuestro país también demuestra que hay muchos hombres interesados en este tipo de servicios, con miles de perfiles de chicas de todo tipo.

Otros tipos de prostitución

Existen en nuestro país otro tipo de prostitución que no es la tradicional, pero que va ganando enteros, especialmente desde el pasado año, con el confinamiento y la pandemia. Por ejemplo, el sexo virtual, a través de Internet, videollamadas, etc… Hay chicas y chicos jóvenes que ganan mucho dinero con este tipo de servicios de sexting que, en realidad, también se pueden considerar prostitución, aunque no haya contacto físico de por medio. De la misma manera, el auge de plataformas como Onlyfans está trayendo el debate sobre lo que es y no es prostituirse. Muchos jóvenes, especialmente chicas, están vendiendo fotografías y vídeos eróticos en este tipo de portales, y luego llegan incluso a ofrecerse para citas con sus fans, siempre a cambio de tarifas muy elevadas, claro está.

De qué forma contratan los clientes a las acompañantes

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Como cualquier otro negocio, el de la prostitución también tiene que cambiar y adaptarse a los nuevos tiempos. Y lo hace con la vista puesta en Internet, en las nuevas tecnologías, que ayudan mucho a simplificar la contratación de servicios sexuales. Los tiempos en los que las chicas hacían la calle en ciertas zonas ya han quedado atrás. Sigue habiendo muchas escorts que lo hacen, sin embargo, porque tienen un público algo más mayor y tradicional, pero hoy por hoy Internet se lleva sin duda la palma. Es mucho más fácil entrar en una web donde encontrarás, en apenas un vistazo, un montón de perfiles de chicas interesantes, con sus servicios, sus tarifas y su  número de contacto.

Quedar con ellas resulta muy sencillo, y además, tienes la seguridad de haber contratado a una profesional que lleva a cabo sus servicios de forma segura. Algunas de estas páginas tienen incluso sección de comentarios y opiniones para puntuar los servicios de la chica, así que les conviene ser amables y tratar muy bien a los clientes. Por último, también sigue siendo habitual acudir a ciertos locales de citas, burdeles y bares de alterne donde trabajan estas chicas. En este sentido hay de todo, desde los puticlubs que llevan décadas abiertos hasta las nuevas agencias que han llegado en los últimos años, ubicadas en pisos de lujo o incluso chalets imponentes, con piscina y todo tipo de comodidades para los clientes y las chicas.

¿Estamos realmente ante un problema social?

La prostitución es un problema, aunque no en la manera en la que la sociedad lo entiende. Es una profesión que ha sido aprovechada por muchos hombres sin escrúpulos para esclavizar a las mujeres, pero también una esperanza para aquellas que no pueden encontrar otro trabajo en un mercado laboral complejo como el nuestro. En las zonas donde la prostitución se ha hecho fuerte, los problemas no vienen de este trabajo, sino de clientes violentos, drogas y similares. El debate está sobre la mesa, y los gobiernos deben empezar a tomar una decisión clara con respecto a la prostitución. ¿Legalizarla y tratar de controlarla y eliminar así la explotación? ¿Abolirla por completo y perseguir a clientes y prostitutas? Cada cual tiene su opinión, pero lo cierto es que la prostitución parece no decaer en su oferta, y más en un país como el nuestro.